La Cooperativa Mujeres 4 Pinos, R. L. constituye un ejemplo de mujeres rurales organizadas bajo dicha figura y que surge de la iniciativa de un grupo de mujeres que recibe el apoyo y la transferencia de conocimiento de una Cooperativa de 36 años de estar trabajando con productos de exportación.
El resultado de estar organizadas ha contribuido a que pudieran participar entre otras, en iniciativas tales como el Programa de Encadenamientos Eco-Empresariales ejecutado por la División de Desarrollo de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT), con el apoyo de la Agencia Danesa para el Desarrollo Internacional (DANIDA por sus siglas en inglés) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que aunado al apoyo fundamental de la Cooperativa Integral Agrícola Unión de Cuatro Pinos, ha contribuido a que hayan logrado en corto tiempo una posición reconocida en los mercados internacionales.
El objetivo general de la Cooperativa Mujeres 4 Pinos es fortalecer la capacidad productiva empresarial, comercial y medio ambiental de sus socias, que les permita elevar la productividad y la calidad de producto que ofrece con un modelo sostenible de negocios.
La organización empresarial de las mujeres para la producción y comercialización de hortalizas, que inició en el 2003 con un grupo integrado por tres productoras, ha constituido un puente clave para el éxito que han logrado. El llegar a tener una figura legal, normas, derechos, responsabilidades y beneficios, es la dinámica que ha propiciado un efecto favorable a su esfuerzo.
Se iniciaron en 10 comunidades: San Rafael El Arado, San José El Yalú, El Rejón, Santa María Cauqué, San José Pacul, Pachalí, Santiago, San Mateo Milpas Altas y seguidamente Sumpango y Finca San Miguel Pochuta.
Al conversar con ellas sobre los beneficios que han obtenido de este proceso, indican con satisfacción que ahora ellas deciden por sus finanzas, en qué quieren invertir, cuándo y cómo.
Las mujeres valoran la decisión de haber tomado el riesgo de desarrollar el proceso para proyectarse a los mercados internacionales. Lograron identificar que obtenían más beneficios que quedarse en el mercado local y para lograrlo su impulso ha llegado ahora hasta conseguir su propio código de exportación.
Comentan que el principal motivador de trabajar con la Cooperativa Integral Agrícola Unión de Cuatro Pinos, la cual ha brindado un apoyo fundamental, fue la tranquilidad de contar con un “mercado seguro” para sus productos y la propuesta del pago de “excedentes” al final de la temporada.
Con el pago de excedentes, que se pagan durante la asamblea anual y que es una verdadera fiesta, han logrado reinvertir en la producción, en vehículos para el transporte de productos y algunas, en la compra de tierra o para más arrendamiento de parcelas, así como la introducción de servicios básicos para sus hogares.
Tal es el caso de Sandra Xiquin, de la Comunidad Santa María Cauqué, que comenzó sembrando junto con su esposo media cuerda en terreno arrendado y ahora gracias a las ganancias obtenidas tiene ya en propiedad cinco cuerdas de terreno y alquilan cuatro cuerdas más, dando empleo a 5-8 personas.
En adición recientemente compraron dos cuerdas de terreno con un valor de Q 60,000.00 (US$8,219.17) con sistema de riego propio, ha invertido en construir su casa propia y está muy orgullosa de que ahora “ya sus niños tienen un buen desayuno antes de ir a la escuela”, lo que antes no podía darles.
Otra socia, María del Rosario Rubin, también comparte que ingresó hace seis años a la Cooperativa y ha ido avanzando con la cantidad de siembra. Han tenido posibilidad de comprar 15 cuerdas de terreno que sumadas a tres cuerdas que tenían de herencia de su esposo y una suya, ahora cuentan con un total de 18 cuerdas más una cuerda para vivienda, habiendo construido ya su casa de cuatro cuartos, de terraza.
Otro testimonio es el de la socia Nancy Rucal que ha logrado comprar doce cuerdas de tierra para siembra y su esposo trabaja también con ella. Actualmente contrata seis trabajadores en temporada seca y en temporada de lluvia llega a contratar entre 12-15 trabajadores. Por otro lado, antes tenían que pagar transporte, ahora tienen un vehículo propio para transportar su producto. El esposo quiere comprar otro vehículo para que ella maneje uno y él otro por lo que “ya le empezó a dar las clases de manejo”.
Asimismo, se ha conseguido ir generando cambios en cuanto a que una parte de la tierra la usen para alimentos de subsistencia – maíz y frijol – y la otra para cultivos que puedan vender. La Cooperativa Integral Agrícola Unión de Cuatro Pinos impulsa desde hace muchos años que por ejemplo, de una manzana de tierra (6 cuerdas), tres sigan para sus cultivos de subsistencia y tres para sus cultivos de alto valor, para que les genere los ingresos necesarios, lo cual se ha conseguido.
Lo anterior se refleja en que ahora las mujeres han podido experimentar una transición del tipo de productos que cultivan que tienen más mercado, tal es el caso de la mini zanahoria, arveja criolla y china y ejote, al cual una socia, Nancy Rucal, menciona que su esposo y ella le llaman su “oro verde”. En el mercado local se comercializa el chile pimiento y el tomate.
En adición, las mujeres ahora cultivan estos productos con un programa muy bien estructurado por año, por socias y por comunidades, para asegurar la entrega de volúmenes que les requiere la Cooperativa Integral Agrícola Unión de Cuatro Pinos. Ello ha contribuido también a realizar un verdadero trabajo de equipo entre todas las socias.
Otro logro aunado al cultivo de hortalizas para el mercado internacional, fue el haber obtenido su código de exportador, siendo la primera cooperativa de mujeres que incursiona como exportadora directa, en el mercado de Estados Unidos y Europa.